viernes, 14 de enero de 2011

Ganar o perder (tu güin or tu lus)

No se vosotros, pero yo pierdo muchas más veces que gano (en lo que a juegos de mesa se refiere).

En mi casa, con mi mujer hay una norma que se cumple el 90 por ciento de las veces. Estrenamos un juego, aprendemos a jugar y yo suelo ganar la primera partida. El resto de partidas que juguemos a ese juego son ganadas siempre por mi mujer. Es lo que hay y ya lo he asumido. Quizás por eso tengo un afán extraordinario de querer estrenar juegos nuevos. Sólo hay un juego en el que de momento no se cumple la norma y ese juego es el:

Abalone, el único juego al que puedo ganar a mi mujer.
Uno juega a juegos de mesa para divertirse, en la preparación de la partida, desarrollándola, jugando vamos, pero la guinda, la segregación de endorfinas final que viene dada por la consecución de la victoria es lo que hace que la sesión haya sido perfecta, pero claro, al final sólo puede quedar uno como decían en la película Los inmortales.

Al principio me frustraba que yo, siendo el "experto", el jugón de toda la vida y el "pofesional" de lo lúdico perdiera frente a mi mujer que es relativamente "novata" con los juegos de mesa, pero ahora lo llevo con mucho humor y de hecho creo que es mejor tener un rival duro que no a alguien al que ganas con facilidad (aunque quizás piense eso mi mujer... :P)

A ver si la convenzo para que me lleve a los monstruitos en el Descent y yo puedo jugar con los aventureros...

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